¿Cosas que nos gustan de Gucci? Pues muchas, no vamos a engañarnos... aunque quizás, personalmente con lo que más sintonizo sea con su línea de trajes o tailoring como la llaman los eruditos. Propuestas en las que la figura se estiliza al máximo y se apuesta por cortes ajustados al cuerpo y estampados poco habituales como el tartán, la raya diplomática, el tartán o la pata de gallo. Y eso... eso nos gusta.
Para este nuevo lookbook, Gucci ha querido inspirarse en el ambiente ejecutivo de dos ciudades tan diferentes como Tokyo y Londrés. Y eso queda reflejado en aspectos costumbristas tan clásicos del tailoring británico (el uso de ciertos estampados o la sobriedad en los tonos evitando los negros y apostando por los marrones, aules oscuros e índigos) y por otro lado, la sobriedad del mono-cromatismo asiático con trajes en negro azabache y blancos neutros en camisas y complementos.
A eso le sumamos una cuidada colección de calzado y complementos que terminan de poner el broche de oro final a los conjuntos. Además, en el caso de las pajaritas y las corbatas, consiguen sacar más partido a la camisería que peca de sobria y a los trajes de tres piezas que puede resultar demasiado formales. Gemelos, portafolios en cuero, cinturones y carteras... el kit perfecto para el perfecto ejecutivo.
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